La Zona Norte de Costa Rica, reconocida por sus fértiles llanuras y clima tropical húmedo, consolida su papel como eje estratégico para la producción de granos básicos.
En 2024 y 2025, cantones como San Carlos, Los Chiles, Guatuso, Upala y Sarapiquí proyectaron un crecimiento moderado en la siembra de arroz, frijoles y maíz, aunque enfrentan presiones por variables climáticas, costos de insumos y demanda internacional, así como carencia de políticas proteccionistas para el sector
La disminución en la producción de arroz, maíz y frijoles en la Zona Norte de Costa Rica se atribuye a una combinación de factores climáticos, económicos y estructurales que han afectado negativamente a los agricultores de la región.
Fenómenos meteorológicos adversos han impactado significativamente la producción agrícola:
Las dinámicas del mercado y las políticas económicas también han influido en la reducción de la producción:
• Competencia con productos importados: La apertura del mercado costarricense desde la década de 1980 ha llevado a una mayor importación de frijoles, con precios más bajos que los productos locales. Esto ha dificultado la competitividad de los agricultores nacionales, quienes enfrentan dificultades para vender sus productos a precios rentables.
• Prácticas comerciales desleales: Se han reportado prácticas como la mezcla de frijoles importados con nacionales para venderlos como producto local, lo que afecta la reputación y las ventas de los productores costarricenses.
• Falta de organización y cohesión: Las comunidades productoras de frijol están dispersas geográficamente, lo que dificulta la formación de organizaciones fuertes que puedan negociar mejores condiciones en el mercado.
• Transición a otros cultivos: Debido a las pérdidas económicas y a los desafíos mencionados, muchos agricultores han optado por cultivar otros productos como sandía, yuca y tiquizque, buscando alternativas más rentables y menos riesgosas.
La disminución en la producción de arroz, maíz y frijoles en la Zona Norte de Costa Rica es el resultado de una combinación de factores climáticos adversos, competencia económica desfavorable y desafíos estructurales en la organización de los productores.
La producción de arroz en Costa Rica enfrenta una de sus peores crisis en décadas. Según datos revelados por la Corporación Arrocera Nacional (CONARROZ), en los últimos dos años y medio, el país ha perdido el 50% de sus agricultores dedicados al cultivo de arroz, junto con una reducción equivalente en hectáreas sembradas y toneladas métricas cosechadas.
El 6 de julio de 2022, el gobierno costarricense anunció dos decretos bajo este plan:
- Reducción arancelaria: El impuesto a la importación de arroz se recortó en más del 30%, facilitando la entrada del grano extranjero a precios más bajos.
- Fortificación local: Se permitió la fortificación de vitaminas y minerales al arroz dentro del territorio nacional, una medida dirigida a mejorar el acceso a productos nutritivos.
El objetivo declarado era abaratar el precio para los consumidores en un contexto de inflación global. Sin embargo, según CONARROZ, la política generó un “efecto dominó” en la producción local: al saturarse el mercado con arroz importado, los agricultores ticos no pudieron competir, lo que derivó en quiebras, abandonos de cultivos y una drástica contracción del sector.
San Carlos, responsable del 35% de la producción nacional de arroz, mantendrá su liderazgo en 2024 con una siembra estimada de 12,500 hectáreas y un rendimiento de 6.2 toneladas por hectárea. Para 2025, se espera un aumento del 4% en área cultivada, impulsado por subsidios estatales y contratos con molinos industriales. No obstante, los costos de fertilizantes y la sequía en el Corredor Seco podrían limitar el crecimiento.
En frijoles, el cantón proyecta una cosecha de 2,800 toneladas en 2024, enfocada en variedades como el frijol rojo y negro. Para 2025, cooperativas como Coopelibertad promueven técnicas de riego por goteo para mitigar el impacto de lluvias irregulares. En maíz, San Carlos aportará 18,000 toneladas anuales, destinadas principalmente a alimentación animal.
Los Chiles, fronterizo con Nicaragua, consolida su especialización en frijoles con 1,500 hectáreas cultivadas en 2024 y una producción estimada de 2,200 toneladas. El 70% se exporta a Centroamérica, aunque la fluctuación de precios internacionales preocupa a los agricultores. Para 2025, el MAG anunció financiamiento para invernaderos que protejan cultivos de inundaciones recurrentes.
En arroz, el cantón mantendrá una producción estable (900 toneladas en 2024), mientras que el maíz crecerá un 8% en 2025 gracias a semillas híbridas resistentes a plagas.
Upala, afectada históricamente por inundaciones, apuesta al maíz con 3,000 hectáreas en 2024 y una producción de 25,000 toneladas. La instalación de secadoras comunitarias mejorará la calidad poscosecha. Para 2025, se prevé un salto del 12% con apoyo de programas como Agricultura Familiar.
Guatuso, en contraste, enfrenta retos en arroz por falta de tecnificación, con solo 450 hectáreas cultivadas en 2024. Sin embargo, su producción de frijol negro (1,100 toneladas) es clave para abastecer la GAM.
Sarapiquí destaca por integrar agricultura y turismo. En 2024, producirá 1,800 toneladas de arroz orgánico, con precios premium en mercados europeos. Para 2025, cooperativas planean certificar 200 hectáreas adicionales. En maíz, experimenta con bioinsumos para reducir dependencia de agroquímicos.
Oportunidades
- Tecnificación: Uso de drones y sensores de humedad en San Carlos y Upala.
- Agroindustria: Proyectos para procesar frijol en conservas (Los Chiles).
- Certificaciones: Sarapiquí avanza en sellos carbono-neutral.
Durante el ciclo 2023-2024, la producción comercial de frijol en Costa Rica se estimó en 10.034,98 toneladas.
Las regiones con mayor área sembrada fueron la Brunca, Chorotega y Norte. En particular, la Región Huetar Norte, que abarca cantones como Upala y Los Chiles, ha sido reconocida por su alta producción de frijol, representando aproximadamente el 50% de la producción nacional en años anteriores.
Producción de arroz
El arroz ha sido uno de los cultivos más afectados en los últimos años. Según la Encuesta Nacional Agropecuaria 2024, el área sembrada de arroz en Costa Rica se redujo drásticamente de 33.586 hectáreas en 2022 a solo 13.770 hectáreas en 2023. Esta disminución se atribuye a factores como cambios en las políticas arancelarias y condiciones climáticas adversas. En noviembre de 2024, intensas lluvias afectaron las regiones del Pacífico Norte y Central, causando daños en más de 550 hectáreas de cultivos de arroz.
Producción de maíz
El cultivo de maíz también ha experimentado una disminución en su área sembrada. Entre 2022 y 2023, la superficie dedicada al maíz se redujo de 7.175 hectáreas a 5.149 hectáreas, según datos de la Encuesta Nacional Agropecuaria 2024.
Perspectivas para 2025
Aunque no se disponen de datos oficiales para el año 2025, las tendencias observadas en años anteriores indican que la producción de granos básicos en la Región Huetar Norte enfrenta desafíos significativos. Factores como la dependencia de las importaciones, las condiciones climáticas adversas y las políticas agrícolas influyen en la dinámica de estos cultivos. Se espera que las autoridades y los productores implementen estrategias para mitigar estos desafíos y promover la sostenibilidad de la producción agrícola en la región.