Nueva Guinea, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur de Nicaragua, ha marcado un hito al convertirse en el primer municipio del país en cultivar la piña rosada, una variedad biotecnológica conocida como Pinkglow. Este tipo de piña, desarrollada por la empresa transnacional Del Monte, hasta ahora solo se cultivaba en Costa Rica bajo estrictas licencias de propiedad intelectual.
El productor Bernar Miranda, de nacionalidad costarricense y residente desde hace años en la comunidad La Esperancita, ha logrado adaptar esta variedad al clima y suelo de la zona. Su objetivo es establecer un semillero para ofrecer semillas a otros productores locales, lo que podría abrir nuevas oportunidades en los mercados nacional e internacional.
¿Qué dice la ley nicaragüense sobre este asunto?
En Nicaragua, la protección de las variedades vegetales está regulada por la Ley N.º 318, “Ley de Protección para las Obtenciones Vegetales”, aprobada en 1999. Esta ley establece que los obtentores, ya sean nacionales o extranjeros domiciliados en Nicaragua, tienen derechos exclusivos sobre las variedades que hayan creado o descubierto, siempre que estén registradas en el Registro de la Propiedad Intelectual del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC) .
Según esta normativa, cualquier uso, reproducción o comercialización de una variedad protegida requiere la autorización del obtentor o titular de los derechos. En el caso de la piña rosada Pinkglow, Del Monte posee los derechos de obtentor en Costa Rica. Sin embargo, no hay información pública que indique que esta variedad esté registrada en Nicaragua.
Esto plantea interrogantes sobre la legalidad del cultivo de la Pinkglow en Nicaragua sin la debida autorización. Si bien la ley nicaragüense reconoce los derechos de los obtentores, también establece que estos deben estar registrados en el país para ser exigibles. Por lo tanto, si Del Monte no ha registrado la Pinkglow en Nicaragua, podría no tener protección legal en este territorio.
¿Qué implicaciones tiene esto para los productores locales?
La introducción de la piña rosada en Nicaragua podría representar una oportunidad para diversificar la producción agrícola y acceder a nuevos mercados. Sin embargo, los productores deben ser conscientes de las implicaciones legales y éticas de cultivar variedades protegidas sin autorización.
Además, es importante considerar los aspectos técnicos y comerciales asociados al cultivo de esta variedad, como las condiciones agronómicas, los requisitos de calidad y las expectativas del mercado.
La incursión de la piña rosada en Nicaragua abre un debate sobre la propiedad intelectual en el ámbito agrícola y la necesidad de establecer mecanismos claros para la protección de las obtenciones vegetales. Mientras tanto, los productores locales deben actuar con cautela y buscar asesoramiento legal y técnico antes de emprender el cultivo de esta variedad.