El nance, nancite, nanche o changunga es el fruto pulposo de la especie (Byrsonima crassifolia), de color amarillo a naranja en su maduración, con fuerte aroma, un poco más pequeño que una aceituna, con un hueso duro y redondo.
Estamos en la época de cosecha de este fruto, abundante en la áreas rurales de la Zona Norte. Durante mucho años ha sido comercializado en los mercados y tramos de nuestros pueblos. Produce su fruto una vez al año.
Con las lluvias de invierno el suelo se tiñe de amarillo de naces, frutas del tamaño de canica y de rico sabor y aroma.
El árbol pequeño y torcido o arbustivo perennifolio, caducifolio en bosques secos, entre 3 a 15 metros de altura. Su copa es amplia, abierta e irregular.
Durante años nuestros abuelos han usado sus hojas y fruto para el tratamiento de algunos enfermedades. Las hojas cocidas son utilizadas para tratar la diarrea.También se indica en otros desórdenes de tipo digestivo como disentería, dolor de estómago, empacho, falta de digestión, bilis y estreñimiento. En el tratamiento de estos padecimientos se emplea la corteza en cocimiento, por vía oral.
Se utiliza en problemas ginecológicos como infecciones de la matriz e inflamación de los ovarios, evita el aborto y facilita el parto, y se aplica en afecciones de la piel, contra la sarna, granos y clavillos. Su cocción combinada con corteza de cedro (sp. n/r) sirve para lavar las heridas.
En México se consume y prepara de diversas maneras: crudo, salado, enchilado, almibarado, en helados, paletas congeladas, como agua fresca, nieve raspada e, incluso, curtido con aguardiente conocido como Vino o Licor de changunga o … de Nancite, según el nombre que reciba en cada país. Es uno de los frutos más populares que se fermentan para la elaboración del vino.