Por Henry Esquivel Monge. Escritor sancarleño
–Hoy les voy a contar lo que le pasó a remigio. Allá en la tesalia, donde le dicen linda vista, le salió un espantar ajo que solo ahí sale, la mentaa chirimica.
-Estaba caminando buscando la altura del pueblo muy contentico, después de robarle pasto a Nor Sipriano el confisgao..
–Cuando pasó al frente de la escuela que la ha escuchao, pegando unos alarios como el mero confisgao, se erizó toitico como gallina y salió como semilla de guaba disoarao.
-Cuando pasó por la Iglesia, no le valió lo persinao, porque más adelantico se le a apersonao.
–Era un bicho horroroso el que a divisao, parecía una mujer toitica pelaa, con la cara e mona, con el cuerpo lleno de pelo como de chancho y toitico encorvao.
–Al llegar a la casa, estaba gelao, después de buscar unas tusas y jalar pal monte, a su tata le a contao.
Y el viejo con calma está historia le a indicao.
–Cuenta los viejos que muy nenante a pasao, que un padre maldijo su hija, por salirse a escondidas de pata de perro a los bailes y cómo no hizo caso así se a quedao.
-Y como estaba de cuquillas así encorvaa a quedao, perdió casi todo el pelo y su cara que era linda como mona le a quedado.
–Cuándo la noche está avanzaa y encuentra mal portaos los corretea hasta dejarlos gelaos, lempos lempos y bien curaos los confizgaos.
–Si no me creen vaya por esos laos pregunte a la gente y verá que si los han asustao.
Nota. Si desea adquirir el libro «Tierra de Valientes» de don Henry Esquivel Monge, puede hacerlo en Librería el Estudiante de Pital, San Carlos.
[